A estas alturas está muy claro que, para que una noticia se difunda, tiene que ser presentada en forma de “infotainment”, esa mezcla entre entretenimiento e información. Nos gusta ser testigos del caos, y nos gusta ver cómo la gente es aplastada durante una estampida. Nos gusta observar cómo explota la ira, los escaparates rotos, cómo se usa el gas lacrimógeno, los arrestos en directo, los disturbios armados. Las noticias tienen que entretener, sino, parece que son aburridas e insípidas, que es justo lo que está pasando en Argelia. Después de más de 9 meses y 39 protestas semanales, durante las cuales cada viernes decenas de millones de argelinos salieron a la calle, a las aceras, ocupando puentes, los pasos subterráneos e incluso los tejados como una dócil oleada, no podemos evitar preguntarnos: ¿La falta total de información y cobertura acerca de este tema se debe a la naturaleza pacífica de las protestas?
La exasperación de los ciudadanos argelinos llegó a su límite el 22 de febrero de 2019; en un principio se posicionaron contra el quinto mandato del ahora ex presidente Abdelaziz Bouteflika. Aún así, poco después, las protestas organizadas por el Hirak (el movimiento) empezaron a dirigirse a El-Issaba (el antiguo régimen) para deshacerse de todos sus colaboradores, poniendo así en peligro el tercer intento de llevar a cabo las elecciones presidenciales del 12 de diciembre de este mismo año. ¿Cuál es la posición de la comunidad LGBTQIA en todo este caos? ¿Cuáles son sus expectativas respecto a los candidatos y la sociedad en general? Pensamos que sería interesante entrevistar a la organización argelina Alouen (que significa “colores”) para tener más información al respecto.
¿Qué cambios esperáis ver en el enfoque hacia los derechos humanos y LGBTQIA, con el fin del régimen anterior y la elección de un nuevo gobierno?
Las protestas que están teniendo lugar en todo el país tienen como objetivo toda la estructura política, que está llena de corrupción y viola sistemáticamente la constitución y las leyes argelinas, ignorando la voluntad de la gente. El sistema actual ha sido capaz de deshacerse de toda oposición y de inculcar en la mente de nuestros ciudadanos el miedo de que la violencia de la “Década negra” de los 90 (la guerra civil entre el gobierno y las células islámicas) podría volver.
Como militantes, ciudadanos, y parte de la comunidad LGBTQIA, nos unimos a este movimiento para marcar una diferencia, para formar parte de la reconstrucción de un estado constitucional en el que todo el mundo pueda sentirse a salvo de cualquier forma de discriminación, incluyendo aquellas basadas en la identidad de género y la orientación sexual.
¿En todos estos años, cómo habéis luchado contra la persecución de la comunidad LGBTQIA, perpetrada por el gobierno de Bouteflika?
En primer lugar, no nos vamos a quedar en silencio ante la homofobia institucional, no vamos a parar de denunciarla, y, sobre todo, no vamos a parar de luchar contra ella. Desde hace años las autoridades argelinas han ido declarando públicamente que no hay homosexuales en Argelia. Para enfrentarnos a estas declaraciones y contradecir esas mentiras, nos aseguramos de que nuestras voces fueran escuchadas delante de las instituciones internacionales y presionamos a las autoridades para cambiar nuestras leyes homofóbicas y discriminatorias.
Durante el último análisis global llevado a cabo por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC por sus siglas en inglés) Alouen pudo presentar su informe, en el que se exponen ciertas recomendaciones específicas en relación a los derechos LGBTQIA, para enfrentarse a los actos homofóbicos que tienen lugar en Argelia y para cuestionar a las autoridades que se supone que deben prevenirlos. Estamos orgullosos de informaros de que Ramtan Lamamra, ex ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, tomó nota de nuestras recomendaciones, mientras que, en el pasado, el gobierno siempre se había negado a escuchar este tipo de recomendaciones; vemos esto como un paso muy importante para alcanzar nuestros objetivos.
¿Creéis que el sucesor de Bouteflika os garantizará la libertad de expresión y escuchará vuestras peticiones? ¿Os preocupa la posibilidad de que vuelvan los miedos y las persecuciones de los 90?
Tenemos fe en la conciencia histórica de la gente para no aceptar más la doctrina del islam. Durante los 90, los islamitas engañaron a los argelinos para que confiaran en ellos después de los eventos que ocurrieron el 5 de octubre de 1988 [La fecha de inicio de las protestas que, en pocos días, dejaron cientos de víctimas, y que representaron el comienzo de un periodo de inestabilidad que llevaría a la guerra civil]. Pero los argelinos, hoy en día, recuerdan cómo parte de ese partido derramó la sangre de nuestras hermanas, nuestros hermanos, nuestros padres, nuestros amigos, y creó alianzas con el gobierno solo para tener más poder.
La generación de Facebook e Instagram podría ser la que cambiara cómo el mundo ve a Argelia y sus habitantes. ¿Sería posible la creación de una Alouen “offline” para llegar a esas personas LGBTQIA sin presencia en las redes sociales?
No hay duda de que el internet y las redes sociales han permitido a nuestra sociedad, y a tantas otras, abrirse al mundo. Es gracias a internet que una gran cantidad de personas de nuestra comunidad pudo conocer, en 2007, a la primera asociación argelina LGBTQIA; Abu Nawas (llamada así en honor al famoso poeta arábico homosexual que vivió entre los años 756 y 815), y lo mismo sucedió con Alouen en 2011.
Tenemos este canal de comunicación solo gracias a nuestra habilidad para superar el monopolio de información del gobierno, y, hoy, Hirak es el mayor ejemplo de esto.
Nuestra organización no puede ser reconocida legalmente, lo que significa que la mayor parte de nuestros esfuerzos están basados online. Aun así, esto no nos va a impedir tener un enfoque más local en nuestras iniciativas.
¿Las personas que trabajan en Alouen se conocen fuera de las redes sociales, y quedan en locales gay-friendly?
Todas las personas que trabajan en Alouen son voluntarias y tienen una vida privada y profesional. Nos conocimos en foros online y a través de chats, y después nos reunimos con un objetivo común: luchar contra la homofobia en Argelia. Cuando no estamos comprometidos con nuestro activismo político, quedamos en público con discreción. Ser activistas de la comunidad LGBTQIA nunca nos impidió organizar viajes a cada esquina del país para conocer a los grupos de voluntariado que viven en otras ciudades.
Las ciudades más grandes permiten a las personas LGBTQIA vivir de manera más libre, en comparación con ciudades más pequeñas, especialmente aquellas situadas en la parte sur del país, que aún es conservadora y muy religiosa. ¿Cómo ayudáis a las personas que viven lejos de las zonas metropolitanas?
Por desgracia, el gobierno no reconoce nuestra asociación de ninguna manera, lo que nos dificulta el acercarnos a esas áreas si no es mediante internet; una herramienta que, a su vez, nos permite involucrar a la gente en nuestras campañas de concienciación. Sin embargo, y a pesar de nuestros mejores esfuerzos, reconocemos las dificultades a las que se enfrentan las personas viviendo en ciudades pequeñas y en pueblos. Hacemos todo lo que está en nuestras manos, teniendo en cuenta la falta de financiación pública y privada, aparte de las donaciones de lxs voluntarixs, para crear campañas de concienciación online de diferentes temas relacionados con la vida de las personas LGBTQIA.
¿Las personas trans tienen acceso a programas terapéuticos y hormonales? ¿Hay personal médico especializado que esté dispuesto a realizar operaciones quirúrgicas? ¿Cuáles son las leyes respecto al cambio de sexo en documentos oficiales para las personas trans?
Por desgracia, las personas trans en Argelia son las más discriminadas. Por un lado, no pueden ocultar su identidad como lo hace la mayoría de la comunidad, y, por otro, no tienen ninguna forma de tratamiento hormonal o de apoyo psicológico con el que contar. Las personas que deciden hormonarse tienen que recurrir al mercado negro y no tienen ningún tipo de ayuda médica o algo parecido. No hay acceso a la cirugía de reasignación de sexo, y no hace falta decir que es imposible cambiar el género de una persona en los documentos oficiales.
La asociación Alouen está intentando construir una red de doctorxs que apoyen al colectivo LGBTQIA, tanto en el ámbito de la endocrinología como en el de la psicología, y que guíen a las personas trans y apoyen sus necesidades.
¿La comunidad LGBTQIA argelina teme a las fuerzas del orden?
No confiamos en la policía ni en los cuerpos de seguridad, e intentamos concienciar a las personas dentro de la comunidad LGBTQIA, con el objetivo de reducir el riesgo de que las personas sean perseguidas o arrestadas por agentes encubiertos investigando por internet y durante las operaciones encubiertas. Por suerte, el desarrollo de las apps para ligar ha hecho que sea más fácil conocer a otras personas LGBTQIA, pero, el lado negativo es que los ataques homofóbicos están aumentando. Los criminales se esconden detrás de perfiles falsos para llevar a cabo robos, abusos e incluso asesinatos. No existen leyes que nos protejan, así que nos vemos en la obligación de estar siempre alerta frente a las trampas y a las emboscadas.
¿Qué opinas respecto al hecho de salir del armario? ¿Has conocido alguna vez a personas LGBTQIA que hayan salido del armario con sus familias sin tener ningún tipo de repercusión?
Salir del armario sin ninguna repercusión es, a día de hoy, algo poco común, pero ha habido casos de personas LGBTQIA saliendo del armario con sus familias, acerca de su orientación sexual o su identidad de género y se encontraron con una total aceptación por su parte, la de sus amistades más cercanas y por parte de la gente del trabajo. Publicamos algunas historias acerca de esto en nuestra página de Facebook. Salir del armario supone normalmente un riesgo enorme porque las familias, incluso aquellas que quieren y apoyan a sus hijos e hijas LGBTQIA, se encuentran a sí mismas bajo una presión social, cultural y religiosa, y no tienen una respuesta adecuada para la pregunta ¿Qué haría la gente si lo supiera?
En comparación con cuando Alouen comenzó a involucrarse social y políticamente ¿habéis notado cambios positivos en la comunidad local de la capital?
¡Totalmente! En primer lugar, nos llena de orgullo tener una comunidad real, comprensiva y consciente de sus propios derechos y dignidad. Lo que es aún más importante es cómo las personas argelinas LGBTQIA ahora no tienen que sentirse solas o diferentes, como lo hubieran hecho hace diez años. La visibilidad que han ganado ciertas personalidades famosas LGBTQIA nos ha permitido luchar contra ciertos tabúes e introducir el tema en el debate público, y acercarnos a las personas de mente abierta, convenciéndolas de que apoyaran nuestra causa. La visibilidad nos ha permitido levantarnos y luchar contra la homofobia, intentando cambiar la mentalidad de la sociedad y pronto (¿por qué no?) también nuestras leyes.
Traducción realizada por Inés Asensio para ÁFRICA LGBT. Puedes encontrar el artículo original en el siguiente enlace: https://www.ilgrandecolibri.com/en/revolution-in-algeria-has-the-colors-of-the-lgbt-rainbow/