Uganda. Cogido por una polémica que parece que aún durará, el presidente Museveni sorprendió a sus compañeros diputados del NRM el viernes cuando dijo que solo firmaría la propuesta de ley anti-homosexualidad si obtiene alguna prueba científica de que los homosexuales se hacen y no nacen así. Su declaración provocó una respuesta furiosa del núcleo del NRM que se reunió en el parlamento.
Fuentes dentro de la reunión dijeron que los diputados casi provocan un tumulto al enfrentarse con el combativo Museveni, quien llegó dos horas tarde a la reunión de las 10 de la mañana. La fuente afirmó que
parecía firme al llegar, lo que llevó a algunos diputados a no discutir demasiado.
“Nos dijo que su visión contra ley estaba influida por un informe de activistas pro-derechos de los gays a los que conoció recientemente. Expuso que esos activistas le comentaron que los gays nacían así, como los albinos,” declaró una fuente. Pero los diputados le abuchearon. En ocasiones, Museveni les llamó al orden, recordándoles que él estaba al cargo.
Nos han informado de que sus seguidores leales en la reunión eran el Primer Ministro Amama Mbabazi y el Vicepresidente Edward Ssekandi. Algunos diputados doctores, como Medard Bitekyerezo (distrito de Mbarara) y Chris Baryomunsi (Kinkiizi Este) dijeron al presidente que sus recientes afirmaciones no se podían probar científicamente. Le dijeron que la homosexualidad es una desviación del comportamiento social contra la que se debe luchar. Entonces, Museveni remitió a los diputados a las tres cuestiones contenidas en su carta a la portavoz del parlamento, Rebacca Kadaga, cuestionando la aprobación de la propuesta de ley. Sin embargo, los diputados insistieron en que Museveni debería firmar la propuesta para convertirla en ley.
Museveni había criticado a Kadaga por aprobar la propuesta de ley en diciembre sin quórum. Dijo que los homosexuales eran “anormales” o eran así por “razones mercenarias” y si la economía mejorase, ellos podrían ser “rescatados”.
Introducida por primera vez en 2009 como propuesta de un miembro de fuera del ejecutivo, David Bahati, fue aprobada apresuradamente el 20 de diciembre de 2013, entre protestas de Mbabazi. El viernes, tanto Mbabazi como Ssekandi debatieron en contra de la propuesta diciendo que otras leyes cuidarían de los homosexuales. Pero Bahati respondió aportando un informe situacional en el que detalla el aumento de casos de homosexualidad y la necesidad de una ley separada para ocuparse del vicio.
“El presidente expresó que también apoya al 100% la ley, en especial si trata sobre gente que promueve, calma, recluta y apoya la homosexualidad, pero tenía ciertas dudas de aceptar la ley si busca castigar a los homosexuales,” explicó una fuente en la reunión.
El núcleo del partido entonces le dijo a Museveni que bajo las circunstancias dominantes, no tenía forma de rechazar la proposición de ley tras ser aprobada por el Parlamento. Los diputados le comentaron que el núcleo del NRM no podía hacer mucho para deshacer lo que ya había sido aprobado por el Parlamento. Instaron a Museveni a buscar opciones en la Constitución.
OPCIONES
Según el artículo 91(3) de la Constitución, el presidente tiene 30 días para consentir esta propuesta o devolverla al Parlamento con una petición para reconsiderar la propuesta o una cláusula en particular. También podría notificar a la portavoz que se ha negado a consentir la propuesta de ley, lo que ya ha hecho.
El Parlamento, según el artículo 91(6), puede reconsiderar la propuesta y aprobarla de nuevo, para volver a enviársela al presidente. Si rechaza la ley por segunda vez, la portavoz puede proponer una copia ante la Cámara para que se apruebe la ley, con una mayoría de dos tercios, sin el consentimiento presidencial.
La propuesta se aprobó el 20 de diciembre y estamos a finales de enero. El próximo rumbo de la portavoz no estuvo claro inmediatamente. Supuestamente, el fin de semana estuvo fuera del país. Si Museveni esperaba intimidar a los diputados con su dura posición, no funcionó. En cambio, informan nuestras fuentes, el presidente parece suavizar su postura.
Después sugirió que debería crearse un equipo de científicos para estudiar el problema (homosexualidad) y presentar un informe al núcleo del NRM durante su retiro en Kyankwanzi del 6 al 16 de febrero.
“Salvo que los científicos me confirmen que esta condición no es genética, sino un comportamiento adquirido, no firmaré la propuesta de ley,” consta que explicó Musevenu, tirando la pelota anti-gay en el tejado de un equipo todavía por formar.
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(Traducción propia de ÁfricaLGBT, gracias a nuestro voluntario Manuel Escudero Escudero. Puedes leer el artículo en el idioma origina en el enlace).