El pasado jueves 22 de mayo, Marc Serena presentó el libro ¡Esto no es africano! en la librería De Viaje, acompañado por Alfredo Pazmiño, presidente de la Fundación Triángulo en Canarias y Kenza, activista marroquí de 23 años miembro del colectivo Aswat y defensora de los derechos LGBT y minorías sexuales, allí explicó las experiencias vividas durante el nacimiento de la obra
"No se trata de un mero diario de viajes, este libro es un instrumento de incidencia política", así lo explicaba Pazmiño, quien vio nacer el proyecto en 2011 cuando Marc Serena propuso a la Fundación Triángulo cruzar África a través de los ojos del colectivo LGBT. ¡Esto no es africano! realiza un recorrido a través de historias personales que nos transportan a las calles del continente, invitando al lector a ser testigo de mundos en los que sus protagonistas llegan a jugarse la vida. "No hay que ser gay, lesbiana o transexual para entender que en algunos países todavía no se permite amar libremente y esto es terrible", con estas palabras explicaba Marc Serena una de las grandes intenciones del libro: la denuncia de la situación que la mayoría del continente africano sufre respecto al colectivo LGBT donde día tras día se suman situaciones alarmantes de violación sistemática de los Derechos Humanos.
Tal y como explicó el autor, este libro busca ofrecer unas gafas nuevas con las que aproximarse a realidades no tan lejanas como podríamos pensar. Kenza, quien actualmente se encuentra afincada en España, dejó Marruecos hace un año y medio y nos recuerda que sólo 14 kilómetros separan a los dos países. "En Marruecos se piensa en el amor por el mismo sexo como en una perversión". Para la activista, el cambio de mentalidad de la población de su país es posible aunque lo considera un reto complejo y a largo plazo pues se requiere una concienciación de fondo en una sociedad que tiene miedo a occidentalizarse y perder sus valores.
¡Esto no es africano! relata una realidad compleja y las historias del libro se entrelazan a través de personas con nombre propio como Kasha Nabagesera, importante activista por los derechos LGBT en Uganda o Roger, quien fue sentenciado a 3 años de cárcel por homosexualidad y posteriormente denunciado por su familia en Camerún. Se trata de situaciones estremecedoras y sangrantes que, como muestra Marc Serena en este viaje, se entremezclan con brotes de fuerza y esperanza como el nacimiento de Aswat (Voces) en Marruecos -una asociación que lucha por los derechos LGBT y las minorías sexuales- o la situación en lugares como Cabo Verde, donde la transexualidad se encuentra aceptada por parte de la población.
El libro de Marc Serena nos brinda la posibilidad de adentrarnos de pleno en historias vividas y reales que nos permiten descubrir de mano de personas que han luchado y luchan por el reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT en África. Este diario de viajes se convierte así en una denuncia de la situación a la vez que un llamamiento a la actuación y a la reflexión de las perspectivas que nos ofrece el futuro.