Kinshasa- La República Democrática del Congo, libre de las severas leyes anti-gais extendidas por la mayor parte de África, podría parecer un refugio para las parejas del mismo sexo, pero aún es necesario tener valor para hacer pública la homosexualidad en Kinshasa.
Dida, un peluquero de la capital, declaró que no tuvo ningún reparo en declararse gay abiertamente, aunque él, al igual que otros, pidió que se cambiara su nombre para la entrevista.
“Mis padres me aceptaron como soy y en lo que respecta a los demás, me importa un bledo lo que piensen”, dijo a AFP, lleno de confianza.
Pero Arthur, un jugador de baloncesto en la treintena, se enfrenta al estigma social de un país donde muchos ven la homosexualidad como inmoral o antinatural.
“Temo lo que vaya a decir mi familia, mis amigos, la gente que me rodea. No me siento cómodo conmigo mismo”.
Lejos de ilegalizar la homosexualidad como en el caso de Uganda, donde la legislación draconiana ha desatado una protesta mundial, el gobierno de Kinshasa ha incorporado algunas medidas para contribuir en la prevención contra el SIDA dentro de la comunidad gay.
No obstante, mientras que el país celebra el sábado el Día Internacional contra la Homofobia, las ONGs congoleñas manifiestan que los homosexuales aún afrontan ser rechazados por sus familias o forzados a la prostitución para sobrevivir.
Los gais y las lesbianas hacen frente a “violencia verbal y moral y a casos aislados de chantaje, así como amenazas”, lo cual les lleva a la “clandestinidad” o incluso al exilio, afirmó un activista por los derechos de los homosexuales, que se hace llamar “Justicia Walu”.
“Incompatible con la Biblia”
Los homosexuales en la RDC se reúnen por internet o en bares y pubs donde se permiten gais.
Sin embargo, las mujeres tienen que ser más discretas que los hombres, ya que las lesbianas, al igual que en otras partes de África, se enfrentan a una aterradora perspectiva debido a violaciones “disciplinarias”.
Sirius, una periodista lesbiana de 31 años, habló a partir de una amarga experiencia. “Casi todos los días, te encuentras en el barrio con miradas, insultos y estigmatización”.
“Un día de 2007, me rodearon unos chicos que dijeron que iban a violarme para ofrecerme el gusto por los hombres, que hiciera lo que hiciera, seguía siendo una mujer,” añadió.
“Me golpearon para debilitarme y así violarme, pero fui capaz de defenderme y huir”.
Las actitudes hacia las personas gais van desde la hostilidad total a la sospecha moderada.
“Esas personas fueron creadas por Dios, no veo un gran problema”, comentó Michel, un taxista de Kinshasa en sus cuarenta. Pero, ¿y cuando se trata de su propia familia? Él repudiaría a su propio hijo si se declarase gay.
Jean Muke, un vecino de la zona, calificó la homosexualidad como “un grave defecto”. “Si los europeos están de acuerdo con ello, bien por ellos, pero nosotros deberíamos ser fieles a nuestra propia cultura”.
En un país donde las sectas cristianas tienen un gran seguimiento, muchos miran a los gais y las lesbianas como “demonios” o incluso “brujas”, creencias que son asumidas incluso por algunos homosexuales.
Los que creen estar poseídos, tienen largas sesiones de oración, y luchan con la culpa ante su sexualidad.
“Me digo a mí mismo que no es culpa mía, pero es incompatible con la Biblia”, afirmó Arthur.
Pierre, vecino de Kinshasa, confesó que a Congo aún le quedaba un largo camino por recorrer antes de que la homosexualidad fuese aceptada por completo.
“Deberíamos intentar cambiar la forma de pensar de los jóvenes, demostrarles que no tiene nada que ver con brujería y que no es una lacra”, manifestó.
“No nos convertimos en homosexuales, nacimos de esa manera”
Curiosidad “por ser padre”
En noviembre, se presentó en el Parlamento un proyecto de ley para conseguir que la homosexualidad fuese un delito sancionable, lo que incrementó la preocupación entre activistas y originó un intenso debate social. El proyecto de ley está aún por debatir. La última propuesta para presentar esa legislación fracasó en 2010.
“La gente no debe votar por una ley que podría conducir a mayor hostilidad violenta”, advirtió Justicia Walu.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han informado de una brutal “oleada de violaciones de derechos humanos” en Uganda, cinco meses después de que se aprobaran fuertes leyes anti-gay en el país.
Robert, un activista por los derechos humanos de 46 años, no considera parte de su informe los derechos de gais y lesbianas.
“La homosexualidad es un crimen porque los que hicieron esa elección, decidieron detener la procreación”, argumentó. “”Se trata de una amenaza para la humanidad”.
La hostilidad social impulsa a algunos gais congoleños a casarse con una pareja heterosexual y vivir su sexualidad en secreto.
Aunque otros están decididos a mostrarse tal y como son, y miran con envidia los derechos de los que disfrutan los gais en un creciente número de países en Europa y las Américas para casarse o adoptar niños.
Pierre está desempleado, vive con su pareja y no tiene ningún deseo de casarse. Sin embargo, él daría lo que fuera por tener hijos. “Quiero saber lo que se siente al ser padre”.
Dida lleva siete años de relación con un holandés.
“Pensamos casarnos en Francia en julio, en Saint-Tropez”, declaró. “Nos gustaría adoptar. Es un proyecto que me gustaría emprender cuanto antes tras la boda”.
(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Maite Alonvi. Puedes leer el idioma original en el enlace adjunto. Ilustración: Agradecimiento Amnistía Internacional México).
http://m.news24.com/kenya/Africa/News/Gays-find-courage-to-come-out-in-DR-Congo-20140517