Un parlamentario congoleño lidera la última campaña para la penalización de la homosexualidad, aunque tendrá que enfrentarse a la contracampaña de los activistas de los colectivos de LGBT y a los profesionales sanitarios si quiere conseguir su objetivo.Kinshasa,
Mientras que Uganda empieza a asumir la polémica ley contra los homosexuales que ha sido recientemente aprobada, algunos intentan empujar a la República Democrática del Congo (RDC) a seguir los pasos de los ugandeses.
El pasado mes de diciembre, Steve Mbikayi, un parlamentario del Parti Travailliste Congolais (PTC), presentó ante la Asamblea Nacional congoleña un anteproyecto de ley que pretende castigar la homosexualidad. La República Democrática del Congo es uno de los pocos países africanos en los que no se ha prohibido de manera directa la homosexualidad, aunque sí existen muchos casos de discriminación contra las comunidades de LGBT.
A lo largo del mes de febrero, Mbikayi recorrió el país para conseguir el apoyo de la población en favor de la ley. Y, además de sus apariciones en radio y televisión, el parlamentario dio una conferencia organizada por la Universidad de Kinshasa, en la que condenó la homosexualidad y acusó a los líderes occidentales de consentir “actos antinaturales” como la pedofilia y la zoofilia. Mbikayi también defendió que su anteproyecto es constitucional de acuerdo con el artículo 40 de la Constitución de la RDC que estipula que “todos los individuos tienen derecho a casarse con una persona del sexo opuesto de su elección”.
La ley de Mbikayi, cuyo contenido ha conocido la revista Think Africa Press, a pesar de que aún no se ha hecho público, contiene 37 artículos mediante los que se ilegalizaría la homosexualidad y la transexualidad. La pena propuesta por prácticas homosexuales es de entre 3 y 5 años de prisión y una multa de 1 millón de francos congoleños (unos 1000 dólares). Por su parte, los transexuales tendrían que enfrentarse al pago de la misma cantidad y a una pena de prisión de entre 3 y 12 años.
El anteproyecto también contiene un texto mediante el cual el Gobierno congoleño se compromete a pagar tres cuartos de los gastos médicos destinados a “corregir los trastornos hormonales que pueden provocar la homosexualidad”.
“La ley nace de la filosofía del partido Travailliste”, explica Mbikayi a Think Africa Press. “La homosexualidad es un valor que está contra nuestra cultura y que viene del extranjero. En nuestro país, ver a un hombre con otro hombre o a una mujer con otra mujer se considera un escándalo. Así que prometí que me encargaría del asunto y castigaría a los homosexuales”.
Lucha de campañas
Si la propuesta de Mbikayi tiene éxito, la RDC podría tipificar como delito la homosexualidad, sin embargo, esta no es la primera vez que un parlamentario propone una ley contra la homosexualidad en la RDC. En enero de 2009, se aprobó una ley que impide que los homosexuales puedan adoptar niños y en octubre de 2010, el parlamentario y obispo Evariste Ejiba Yamapia propuso una ley llamada Ley de Prácticas Sexuales Contranaturales.
Al igual que la de Mbikayi, esta ley buscaba modificar el código penal y la ley de violencia de género, castigando los llamados “actos antinaturales”, es decir, la homosexualidad y la zoofilia, con de entre tres y cinco años de prisión y multas de 200 000 francos congoleños (200 dólares). La ley también habría prohibido organizaciones, publicaciones, carteles o folletos que “promocionaran prácticas sexuales antinaturales”.
Sin embargo, por razones desconocidas, esta ley de 2010 nunca se sometió al voto parlamentario. Los colectivos de LGTB congoleños esperan que ahora pase lo mismo.
Como repuesta a la campaña de Mbikayi, los activistas pro derechos humanos y los profesionales que trabajan en la lucha contra el VIH/SIDA han realizado una petición informal a los parlamentarios y han comenzado a sensibilizar a la población de los posibles peligros que puede conllevar la ley. Algunos de los activistas piensan que pueden ganarse la opinión de la población en contra del anteproyecto de ley.
“En la ciudad [Kinshasa], sabemos de gais y travestis que son conocidos y aceptados en sus comunidades. Nadie intentaría atacarlos”, explica Okakessema Olivier Nyamana, el abogado de una ONG que trabaja con personas afectadas por el VIH. “Para mí, se trata de oportunismo político”.
Patrick Civava, un abogado y empleado del Centro de Derechos Humanos de Universidad de Kinshasa, comparte esta visión y ve la ley de Mbikayi como un intento de llamar la atención. “Al saber que la homosexualidad en África empieza a formar parte del debate internacional, él ha querido ser el centro de atención”, afirma.
La próxima sesión parlamentaria es inminente y otros, por el contrario, son más pesimistas. “Mi miedo es que se apruebe la ley la semana que viene sin que nadie se entere”, explica Françoise Mukuku, directora ejecutiva de Si Jeunesse Savait, una organización feminista que también aboga por los derechos de los colectivos de LGBT en la República Democrática del Congo.
Por su parte, Hilaire Mbwolie, director de una organización local que lleva a cabo pruebas y aconseja sobre el VIH/SIDA, expresa su preocupación por la forma en la que la ley podría afectar a la sanidad pública. “Una ley como esa bloquea la lucha contra el VIH/SIDA. Será difícil llevar a cabo pruebas de VIH”, asegura.
¿Una tendencia en aumento?
Si el anteproyecto propuesto consigue el apoyo necesario, podría someterse a debate en la sesión del Parlamento de la República Democrática del Congo del 15 de marzo.
Para asegurarse de que esto ocurre, Mbikayi, que representa al barrio de Tshangu de la ciudad de Kinshasa, ha revelado que tiene la intención de organizar sentadas, debates y que se dirigirá a varios grupos religiosos para escuchar sus propuestas. También ha expresado su interés por reunirse con comunidades de LGBT para debatir con ellos la legitimidad de la ley. Mientras tanto, los activistas pro LGBT continúan su propia campaña en contra de la propuesta de ley con la esperanza de que nunca se incluya en la agenda parlamentaria.
Si la ley se sometiera a debate y se aprobara, la República Democrática del Congo se convertiría en el 38º país africano que tipifica la homosexualidad como delito y sería una prueba más de la creciente homofobia legislativa que se extiende por el continente.
(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Judit Ferrando Rodríguez. Puedes leer el idioma original en el enlace adjunto).
http://thinkafricapress.com/drc/looks-follow-ugandas-footsteps-anti-gay-bill