Dos valerosos abogados defensores de las victimas del colectivo LGBT en África merecen nuestro apoyo y nuestras bendiciones, según indica el Reverendo Albert Ogle en este artículo, que tiene su origen en el diario San Diego Gay & Lesbian News.
Se les puede apoyar mediante la campaña “Indiegogo”, activistas que determinan las verdaderas causas de la homofobia en Camerún. Esperamos que este asunto ayude a mejorar nuestra comunicación y podamos marcar diferencia, comenta Ogle.
El poder de dos: lecciones de redención para la profesión de abogado
Existen 2000 abogados con potestad para ejercer su profesión en Camerún. Unicamente dos de ellos son lo suficientemente valerosos para representar jurídicamente a las personas del colectivo LGTB en un país caracterizado por su mal historial en materia de derechos. El año pasado, el gobierno de Camerún hizo frente a una serie de complicadas reuniones en la ONU en Ginebra y Gambia, durante una reunión con la Comisión africana de los derechos humanos y de los pueblos (la principal organización de supervisión de los derechos humanos de la Unión africana).
Tanto en lo profesional como en lo personal, Camerún sigue siendo peligroso para los activistas de derechos humanos, para los representantes jurídicos y los líderes religiosos que apoyan a la comunidad LGBT del país. El pasado el lunes por la noche, mantuve una conversación con uno de los dos admirables abogados, Michel Togue, y descubrí cómo su trabajo y su práctica jurídica se han caracerizado por situaciones difíciles.
Alice Nkom, la otra abogada, ha sido recientemente premiada por su defensa de las personas LGBT por parte de la división alemana de Amnistia Internacional.
Entre Alice y Michel, ambos aliados heterosexuales, representan el lado profético y redentor de la profesión jurídica camerunesa. Mientras Uganda y Nigeria establecen un marco jurídico que permite, de manera regular, arrestar, interrogar, juzgar y encarcelar a las personas LGBT, Alice y Michel emplean un recurso poco utilizado que tanto África como la comunidad internacional, han ido ignorando, como las situaciones vividas hoy en día y el destino de los mismos presos.
Cuando uno piensa en los medios de comunicación y en al atención prestada a los alegatos durante estos últimos años, nos damos cuenta de que la mayor parte de cuestiones a tratar son legislativas y constitucionales en países donde es ilegal ser LGBT, sin detenerse mucho a pensar en los efectos y actitudes de la legislación, sin centrarse en los detalles y en lo que les sucede a las personas LGBT que se encuentran en prisión.
El Reverendo Kapya Kaoma, cuyas innovadoras investigaciones han descubierto un papel importante en las organizaciones religiosas estadounidenses, generalmente financiazadas por donaciones públicas y organizaciones caritativas, promoviendo campañas contra los homosexuales en muchos de estos países, considera que esta omisión es un problema grave en un proceso estratégico para librar al mundo de la homofobia.
“En lugares como Zambia y Zimbaue ya es normal apresar durante años a personas LGBT, a menudo sin un juicio, solo por el simple hecho de ser LGBT. No son criminales, en cambio son enviados a cárceles africanas dónde permanecen como estadísticas anónimas, dónde cambia por completo su vida, y un tiempo en prisión puede matarlos o acortarles la vida.”
Kaoma está abatido por la falta de humanidad, de saber que miles de personas LGBT son encarceladas simplemente por ser como Dios los creó. Sus historias deben ser contadas, ya que sin ellas todos nosotros permaneceremos anestesiados de una auténtica tragedia. Y tanto los líderes religiosos como políticos, quienes han llegado a defender firmemente una legislación en contra de los homosexuales, necesitan ver y entender las consecuencias desastrosas que su decisión ha provocado en la vida real.
Un héroe contemporáneo
Michel Togué conoce esta tragedia por experiencia personal y profesional: “Actualmente tengo a 10 clientes encarcelados en Camerún y muchos de ellos se encuentran en prisión sin razón. Dos hombres jóvenes fueron arrestados en un bar después de un consumo excesivo de alcohol y cuando se descubrió que eran homosexuales, el gobierno les persiguió y ahora están en la cárcel. Estos jóvenes no han hecho nada malo, pero hay mucha gente en la misma situación, que son detenidos y aprisionados de forma arbitraria.
Durante una cena en Washington, D.C junto a Eileen Blumenthal, quien también trabaja en la fundación Saint-Paul. Michel mostró un humor especialmente reflexivo. Roger Mbede era uno de sus clientes, falleció en Camerún el fin de semana pasado. Tan solo tenía 34 años y había pasado 16 meses en prisión por haber enviado un mensaje de texto a otro hombre diciéndole que lo quería. La vida y la reputación de Roger fueron destruidas por el sistema jurídico de Camerún, reforzado por las tradiciones religiosas y culturales que subyacen estas leyes.
Colin Stewart es uno de los pocos periodistas estadounidenses que siguen realizando informes sobre estos horribles arrestos y los motivos reales de las encarcelaciones (a menudo sin juicio previo ni garantías procesales). Los medios de comunicación más conservadores no han narrado estas historias con el fin de favorecer el movimiento LGBT mundial. Solo cuando por fin alguien muere como el caso de Roger la semana pasada, es cuando realmente una historia se merece la atención de los medios.
¿Cuales han sido los factores que han provocado la muerte prematura de Roger?
El último informe de Colin sobre Camerún muestra información sobre el negativo papel que desempeñaba la familia de Roger, lo aislaban de la comunidad e incluso prescindían de los cuidados médicos ya que creían que su orientación sexual era fruto de un mal de ojo. La estigmatización de la familia era tan fuerte que a Roger le resultaba más sencillo morir con 34 años que comprometerse con los problemas del colectivo LGBT, una parte oculta de la sociedad africana.
La cárcel, o simplemente el hecho de no proporcionar servicios de prevención y salud relacionados con el VIH, son una ampliación de la llamada “solución final gay”- o como decía David Bahati: “La paga del pecado es la muerte”- describiendo este lento proceso genocida, según el cual, en caso de que los gobiernos no puedan ejecutar personas del colectivo LGBT, existen otros medios de asegurar su rápida desaparición.
Tenemos un gran deber hacia personas como Michel que se niegan a concebir la crueldad y la falta de humanidad, arriesgando su vida y su carrera profesional. Y que además, siguen ofreciendo sus servicios a personas LGBT con la dignididad y los derechos legales de la ciudadanía. Pero ¿por qué Michel no tiene más apoyo por su labor en la comunidad jurídica y progresista de Estados Unidos o Europa?
Amenazas de muerte
Como resultado de las constantes amenazas de muerte, Michel se mudó con su familia (su mujer y sus cuatro hijos) a Estados Unidos. Él sigue trabajando a distancia, visita a los clientes que se encuentran en prisión y los representa ante los tribunales de Camerún.
Sería maravilloso ver a algunos de las sociedades de abogados más importantes de D.C. tender la mano y apoyar a Michel y a su familia así como otras iniciativas que incrementan la visibilidad de la comunidad LGBT encarcelada, sociedades que destacan por su liderazgo en asuntos internacionales de los derechos humanos.
¿No supondría esto un enorme recurso para el colegio de abogados de la costa este de Estados Unidos, el hecho de comprometerse con Michel a enseñar los derechos humanos internacionales para las próximas generaciones de abogados? ¿Como podemos garantizar que habrá más de dos abogados entre los 2000 para representar a las personas LGBT en sitios como Camerun?
Michel nos ha expresado su interés por el estudio de un programa local sobre los derechos humanos internacionales, en el cual analizaría cómo encontrar los recursos financieros para hacerlo, aunque gente como Michel debería enseñar y confeccionar estos cursos para las próximas generaciones.
Este problema aún permanece oculto y va a tardar en desaparecer. Resulta alarmante la creciente preocupación internacional que hay por el espionaje de los demás.
La legislación reciente en Rusia, Uganda y Nigeria se basa en el espionaje de unos barrios a otros y los informes versan sobre presuntas personas de LGBT y sus organizaciones. Las implicaciones van desde el espionaje electrónico mundial al turno aleatorio de personas LGBT y el arresto de organizaciones que (debido a la ilegalidad de ofrecer servicios de sanidad) los apoyan. Los derechos jurídicos e humanos deben ser una preocupación común para los grandes colegios de abogados. Pero todavía no vemos una respuesta institucional con la magnitud necesaria para atenuar situaciones como las que se viven en Zambia o en Camerún.
Solidaridad con Camerún
Yo no soy abogado -declara el Reverendo. Pero una de las vías para ayudar a Camerún y cooperar en la heroica labor de Alice y Michel es aportar nuestra experiencia profesional y crear una red para ayudar a nuestros amigos cameruneses que ya están haciendo un magnífico trabajo allí. A principios de febrero, la fundación camerunesa CAMFAIDS invitó a cuatro personas de la fundación Saint-Paul a la Conferencia Africana de los derechos sexuales y reproductivos de Camerún, con el fin de compartir nuestra experiencia, crear alianzas entre las comunidades LGBT y tratar otras cuestiones.
Tanto el resumen de conferencia de Maxensia Nakibuuka como el mio, fueron aceptados para la presentación de la conferencia, mientras nosotros estábamos presentes. También esperamos encontrar la comunidad de ONGs y de los representantes de la Iglesia para hablar de forma que ellos pueden ayudar a proporcionar servicios más exclusivos.
A menudo, mediante estos procedimientos y las conversaciones más privadas, construimos relaciones que ayudan a paliar la gran falta de humanidad que las instituciones permiten y atacar así a los más marginales y vulnerables.
Aún seguimos en busca de un apoyo financiero por parte de personas que no pueden asistir personalmente a apoyar a Michel y a sus clientes, pero que sí pueden escribir un cheque para asegurar que tanto Maxensia como yo nos comprometamos con la comunidad de allí. Un donativo on-line en nuestra campaña Indiegogo, sería una forma para mostrarnos la solidaridad de está comunidad, en mayor medida olvidada, y sería también una forma de decir: “No estáis solos, hay alguien que se preocupa por vosotros”.
La campaña comenzó hace una semana y se creó con menos de 400$. Es evidente que nuestros seguidores atraviesan problemas, razón por la cual esta misión es importante. Esperemos que este asunto ayude a mejorar nuestra comunicación y podamos marcar diferencia. Los africanos y sus socios internacionales pueden trabajar juntos.
Michel y su familia,nuevamente exiliada, todavía necesitan más apoyo monetario. Necesitan una comunidad que les tienda la mano, que les de su admiración y el respeto que nuestras familias americanas no necesitaría o merecería. No conozco a muchos miembros del clero, ni a familias de abogados que se vean en la obligación de desplazarse a otro país simplemente por haber hecho su trabajo lo mejor que pueden.
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Richard Bolles es el autor de “De qué color es vuestro paracaídas” (“De quelle couleur est votre parachute” y es también un sacerdote episcopal. Hace bastante tiempo, compartió conmigo un valioso mantra que ayudo en mi trabajo de los derechos y en la inclusión de los LGBT: “Hoy en día, no hay héroes en la iglesia, pero cuando encuentres alguno, bendígale” Se podría decir lo mismo de la profesión de abogado, cuando vemos el tipo de labor que hacen Alice Nkom y Michel Togue, todos nos vemos en la necesidad de bendecirlos también.
(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Arual. Puedes leer el idioma original en el enlace adjunto)
http://76crimes.com/2004/01/21/les-defenseurs-de-lgbts-africains-ont-besoin-de-soutien/