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Por Hossein Alizadeh. Coordinador del progrmas de África del Norte y Oriente Medio de IGLHRC.

Hossein Alizadeh. Coordinador del progrmas de África del Norte y Oriente Medio de IGLHRC
Hossein Alizadeh. Coordinador del progrmas de África del Norte y Oriente Medio de IGLHRC

En Occidente este mes se celebra el Orgullo LGBT, pero no es así en todo el mundo. Un ejemplo es Marruecos, país del norte de África en el que una serie de sucesos acontecidos en las últimas semanas han provocado un terremoto en la comunidad LGBT. Igualmente, han suscitado un debate altamente sensacionalista sobre la homosexualidad, los valores religiosos y culturales... así como sobre un supuesto imperialismo cultural de Occidente.

La escalada de tensión entorno a la homosexualidad comenzó el 2 de junio: los medios marroquíes publicaron que dos activistas francesas de la organización feminista Femen habían sido deportadas a Francia tras haber posado con los senos al descubierto delante de la torre de Hassan, un minarete histórico situado en Rabat. Una de las mujeres había escrito en su torso desnudo In gay we trust «confiamos en los gays», a modo de protesta contra el Artículo 489 del Código Penal marroquí, que penaliza «actos sexuales anormales con una persona del mismo sexo». Las imágenes rápidamente se propagaron por la red y las mujeres fueron detenidas en el aeropuerto mientras intentaban abandonar el país. Ambas fueron acusadas de cometer actos obscenos, inmediatamente se las expulsó de Marruecos y se les prohibió regresar al país.

El mismo día, durante su concierto en Rabat, el grupo británico Placebo protestó contra la ley marroquí sobre la sodomía. Uno de los guitarristas de la banda subió al escenario sin camiseta con un gran número 489 tachado en su pecho. Igualmente, su guitarra estaba pintada con los colores de la bandera del arcoíris.

El artículo 489 del Código Penal marroquí del año 1963 establece lo siguiente: «Cualquier ciudadano que cometa actos sexuales anormales con una persona del mismo sexo será castigada con penas de prisión de entre 6 meses y 3 años, así como una multa entre 120 y 1,000 dírhams (10-90€), a no ser que el delito sea más grave».

 Al día siguiente, el 3 de junio, dos hombres marroquíes, uno proveniente de Rabat y otro de Marrakech, fueron arrestados en el mismo lugar en el que las dos activistas de Femen habían protestado el día anterior. Los dos hombres, Mohsen de 25 años y Lahcen de 38, se estaban haciendo fotos y estaban visitando el monumento histórico. Diferentes medios informan de que inicialmente la policía detuvo a los dos hombres por «estar demasiado cerca el uno del otro», acusación que finalmente se agravó a «dos depravados sexuales se estaban besando en público».

 Un comunicado del ministerio del Interior, publicado en los medios, relaciona abiertamente la detención de los dos hombres con las actividades de diferentes organizaciones extranjeras, como la de las dos activistas francesas deportadas el día anterior. Según el ministerio, estas actividades 

». El ministerio del Interior también anunció la expulsión de cuatro ciudadanos españoles en relación con la protesta de Femen del día 3, y describió al grupo como una organización «que promueve la corrupción moral».

 Aunque los medios marroquíes quisieron presentar estos sucesos como parte de una conspiración gay de envergadura, la asociación LGBT marroquí Aswat envío un comunicado en el que se distanciaba de la protesta. El comunicado establecía lo siguiente: «el colectivo Aswat no tiene nada que ver con la organización de los actos de FEMEN en la plaza histórica de Hassan o las acciones de la banda británica Placebo en el Festival Mawazine. De hecho, Aswat no participaría nunca en Marruecos en actividades como las de FEMEN simplemente porque contradicen nuestra visión y enfoque. Creemos en una forma de activismo más pacífica y productiva, formas que no dependen de llamar la atención mediante la provocación y el escándalo »

 Tras la detención de los dos hombres, los sentimientos anti-LGBT estallaron en el país. Un grupo de manifestantes se reunió a las fueras de la vivienda de uno de los dos detenidos, gritando «esto es una vergüenza», «el Islam está en peligro», «el Islam quiere venganza» y «rechazamos la homosexualidad». Para echar más leña al fuego, los medios marroquíes publicaron los nombres completos y las fotografías de los dos hombres, así como sus direcciones, como parte de su labor informativa «completa».

 La primera sesión del juicio tuvo lugar el viernes 12 de junio y la segunda el 16 del mismo mes. Según un informe policial, antes del proceso judicial, supuestamente los dos hombres confesaron haber mantenido relaciones sexuales con consentimiento. Sin embargo, durante el juicio, sus abogados mencionaron que dicha confesión fue realizada bajo presión policial y sin acceso a un abogado, lo cual la hacía inadmisible ante la ley marroquí e internacional. También, antes del juicio, las autoridades publicaron las fotografías y las identidades de ambos detenidos, violando su derecho a la privacidad y a la presunción de inocencia.

Los abogados hicieron hincapié en el hecho de que sus fotografías se emitieron en la televisión nacional y ambos hombres mostraban claras señales de violencia. Además, solicitaron un examen médico para determinar si los hombres habían sido torturados o habían sufrido abusos durante la investigación policial. Tras la segunda sesión, se desestimó la petición de fianza para los acusados que realizaron los abogados y los dos hombres continuaron detenidos.

 El 19 de junio, el juzgado de Rabat declaró culpables a los dos hombres y los condenó a cuatro meses de prisión y les impuso una multa a cada uno de 500 dírham, (unos 50 dólares estadounidenses). Este juicio es el último de una serie de esfuerzos de los poderes conservadores marroquíes para limitar las libertades civiles de personas LGBT y de cualquiera que no se incluya dentro de las normas de género. En marzo de este año, se presentó al Parlamento de Marruecos un nuevo borrador del Código Penal, que de ser aprobado elevaría la multa por relaciones sexuales entre personas del mismo sexo a entre 2,000 a 20,000 dírham (200 a 2,000 dólares) y se mantuvieron las penas de prisión entre 6 meses y 3 años por cometer este «delito».

La detención y la condena de estos dos ciudadanos demuestran cómo las autoridades utilizan el  artículo 489 para intimidar a los marroquíes, basándose en la orientación sexual o expresión del género, ya sea real o supuesta. Las autoridades del país deberían liberar automáticamente a estos hombres y rechazar cualquier disposición legal penal, como el artículo 489, que vaya en contra de las obligaciones de Marruecos en materia de derechos humanos internacionales.

El texto del Código Penal está disponible en árabe en la página web del ministerio de Justicia de Marruecos. El borrador del nuevo Código Penal también está disponible en la misma web en árabe.

(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestro voluntario Víctor Meléndro Jiménez. Puedes ver el idioma original en el enlace adjunto).

http://www.huffingtonpost.com/hossein-alizadeh/morocco-stop-persecuting-_b_7629322.html?utm_hp_ref=world&ir=WorldPost

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