A primera vista parece que estas dos ideas no tienen nada en común, pero sí. Porque ya ha habido casos que demuestran la existencia de una relación de causa-efecto entre el hecho de ser homosexual y la situación política que atraviesa Burundi hoy en día.
Desde que la homosexualidad comenzó a condenarse en Burundi en el año 2009, la comunidad LGBT permanece sumida en su soledad, con miedo a manifestarse por los estigmas y las discriminaciones. Esto ha dado lugar a que se haya convertido en un tema tabú, por falta de transparencia en las discusiones y debates “constructivos” sobre el respeto y la tolerancia de las personas LGBT en la sociedad burundesa. Para uno darse cuenta de esto, basta con echar un vistazo a los comentarios del artículo de Jean Marie Ngendahayo: Homosexualidad: ¿un mal procedente de otro sitio? que fue publicado en la web del grupo de prensa Iwacu el 9 de marzo de 2014. O basta con preguntarse las razones de este otro título tan insinuativo sobre las opiniones del autor en relación a la homosexualidad.
La crisis política actual influye sobre los derechos de los LGBT
“Antes de la crisis no se conocían muchos casos de violación de los derechos LGBT” se lamenta LamecNiyongabo*, un homosexual que cita dos casos de violencia contra sus dos amigas transexuales (El odio todavía tan gratuito hacia las minorías sexuales… y una transfobia preocupante) producidos durante la tercera candidatura del presidente Pierre Nkurunziza.
Dos transexuales fueron agredidas por unos desconocidos a la salida de una discoteca en días diferentes. Otro caso es el de un joven gay de 19 años que fue violado hasta perder mucha sangre. Para LamecNiyangabo todos estos agresores se aprovechan de la situación actual del país para cometer estos crímenes, porque piensan que no serán perseguidos, “por el momento, en Burundi los LGBT están mal vistos en general”. LamecNiyongabo solicitó el mismo hacer la guardia nocturna, pero según cuenta “al no sentirme preparado para hacer frente a mi situación, me excusé diciendo que no podía hacer una guardia nocturna sin estar armado, y no me insistieron porque veían que no estaba por la labor de hacer una vigilancia nocturna. En realidad, como él dijo, se trataba de una excusa. Simplemente tenía miedo de ir, porque era consciente de mi condición sexual y que no estaba bien vista por todo el mundo, y por tanto, podría sufrir cualquier tipo de violencia. Es así como la condición LGBT puede restringir la posibilidad de participar en aquello que pasa en la sociedad, por miedo a las consecuencias que esto puede conllevar.
Cuestionado el derecho al voto del colectivo LGBT
Que los LGBT no se comprometan con la sociedad, no es únicamente por miedo a lo que pueda pasarles, sino también por falta de interés. De esta forma, Célia Kayonde en su artículo “Burundi: La comunidad homosexual que ¡quizá no vote nunca!” nos informa que de unos cincuenta jóvenes LGBT encuestados, solamente dos estaban dispuestos a votar. La razón es “¿por qué voy a perder el tiempo yendo a dar mi voz a hombres que han aprobado una ley sobre la criminalización de lo que soy?” informa Celia, citando a un hombre joven que fue interrogado.
Según la autora del artículo, “los homosexuales ni siquiera saben a quién votarían si alguna vez pudieran, ya que ningún candidato se ha comprometido con el sentimiento de defender sus derechos”.
Suavizando la cuestión, una lesbiana piensa que “si los jóvenes como ella siguen pensando que resulta inútil votar en las elecciones porque se les discrimina, siempre serán olvidados y perseguidos, votar sería una forma de creer en el cambio.”
Mientras que el artículo 20 de la Constitución de Burundi estipula claramente que “todos los ciudadanos tienen derechos y obligaciones”, llama la atención algunos ciudadanos sigan sin estar convencidos de sus deberes cívicos.
Debido a estas situaciones de injusticia que a menudo afrontan, otras situaciones toman fuerza en legislaciones establecidas por su propio Estado y de sus propias dificultades de vida, la gran mayoría tiene además que hacer frente todavía a afirmaciones de “este tipo de personas” una gran mayoría todavía está haciendo frente a afirmaciones de inexistencia de "ese tipo de personas" en la sociedad local.
Si todavía les cuesta dar el paso y sus principales reivindicaciones no se acerquen nada al concepto de matrimonio o adopción sino más bien al sentido de respeto, la tolerancia la protección el derecho a la vida privada, es necesario una última mención en este artículo a que cada uno tome conciencia de promover los derechos humanos, el acceso a oportunidades de vida iguales y al desarrollo del conjunto con seguridad y protección.
*Por razones de seguridad y anonimato, se ha cambiado el nombre de la persona.
Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Arual. Puedes leer el artículo en su idioma original en el siguiente enlace: