En Egipto la homosexualidad no está tipificada como un delito en su código penal. Sin embargo, las detenciones al colectivo LGBTI han aumentado de manera escandalosa en los últimos tiempos. El gobierno de este país ha utilizado su legislación para castigar duramente a toda persona homosexual en el país, y no sólo a quien haya nacido allí. Pertenece a los siete estados de África que persiguen y condenan la “propaganda gay” o los “actos inmorales” y es ahí precisamente donde encuentra el gobierno la excusa para por poder realizar con total impunidad, y violando los derechos humanos, las numerosas detenciones al colectivo egipcio, utilizando además la última tecnología móvil y apps.
Según el informe de Homofobia de Estado (ILGA), Egipto está catalogado tanto entre los países que persiguen la homosexualidad, como entre los que no la persiguen. Esto es debido a que, en su código penal, la ley que persigue el libertinaje y la prostitución es utilizada para encarcelar personas LGBTI y en mayor medida a hombres gays. Existen diferentes artículos que así lo reflejan, como es el caso del artículo 98(f) en el que se castiga todo tipo de “propaganda” que esté en contra de lo moralmente establecido, así como el artículo 269 que castiga la “incitación a la indecencia”, o el artículo 278 que castiga “los actos escandalosos”. Pero el que el gobierno utiliza más en sus procesos judiciales para procesar al colectivo LGBTI es el 178: “Cualquiera que haga o tenga, con el propósito de comercio, distribución, arrendamiento, exponga […] en contra de la moral pública, será castigado…”. A pesar de las presiones de las diferentes ONGs y de los informes de la ONU, Egipto se niega cambiar la ley para proteger la identidad y la orientación sexual apelando a la protección de los “valores tradicionales y familiares”. Las penas en cualquiera de los casos pueden ir de los 3 meses a los 12 años con el castigo adicional de trabajos forzados.
En los tres últimos años los arrestos han crecido de manera exponencial en el país. Diferentes fuentes de organizaciones y asociaciones clandestinas pro-LGBTI en Egipto han podido registrar desde 2013 hasta noviembre de 2016 nada más y nada menos que 114 casos de criminalización y 21 casos de violencia y odio contra el colectivo. En estos casos ha habido en total 210 víctimas homosexuales y 64 transgénero, incluyendo 9 personas extranjeras. En marzo de este año se produjo la detención de la primera mujer lesbiana. Son numerosos los casos que han saltado a los medios, como es el caso de la detención del grupo de 26 hombres en una sauna gay en diciembre de 2014 por “libertinaje” y “promover el VIH”, a causa de la difusión de las imágenes por parte de la periodista Mona Iraqui a un medio amarillista nacional. Los detenidos fueron dirigidos a comisaría mientras dicha periodista grababa, lo que le valió la dura crítica de diferentes medios internacionales y de las redes sociales por atentar contra la dignidad humana. Los acusados fueron absueltos, pero desgraciadamente uno de ellos se suicidó prendiéndose fuego por la presión social, debido a la revelación de su condición sexual. Un año después, esta periodista fue condenada a seis meses de prisión por difamación gracias a la demanda interpuesta por el dueño del local. Finalmente fue absuelta por la corte de apelaciones del Cairo considerando la difusión de imágenes “de interés público”, dando muestra la falta de imparcialidad de la justicia egipcia en estos temas. En diciembre de 2014 se detuvo a 8 hombres por oficiar una falsa boda gay y difundirla en video, siendo condenados a 3 años de cárcel, que finalmente se redujeron a uno. Otro caso sonado fue la detención de 11 hombres en una redada por ofrecer servicios sexuales en septiembre de 2015 en el Cairo bajo la acusación de “promover el libertinaje”. Las condenas fueron de 3 a 12 años de prisión.
La mayoría de las estas redadas se deben en gran parte al uso que hace la policía de las redes sociales y aplicaciones de citas como GRINDR y GROWLr. En el 58% de las detenciones realizadas entre 2013 y 2016, la policía utilizó tecnología móvil e internet. En muchos casos son “espías” al servicio del gobierno los que realizan esta labor en nombre de una supuesta “cruzada por la moralidad”. Hay que resaltar que según un sondeo publicado en 2013 por el centro de investigación estadounidense Pew se estima que solo el 3% de la población egipcia cree que “la sociedad debe aceptar la homosexualidad”.
Casualmente este periodo de intensificación de arrestos comenzó cuando el actual presidente de la república, Abdelfatah Al-Sisi, derrocó con un golpe de estado en julio de 2013 al islamista Mohammed Mursi de los Hermanos Musulmanes. Sin embargo, la situación no estaba mucho mejor antes de las llamadas Primaveras árabes en marzo de ese año.
Las autoridades egipcias hacen oídos sordos a las acusaciones de LGBTIfobia y vulneración de los derechos humanos que hacen ONGs, asociaciones LGBTI e informes de la ONU. En julio de este año el muftí supremo egipcio, Shawki Allam (máxima autoridad legal del islam), condenó en un medio alemán los ataques a gays y lesbianas pero al mismo tiempo le parecía una práctica inaceptable en la sociedad.
Las actividades de las organizaciones pro-LGBTI en Egipto son prácticamente clandestinas, por desgracia. Debido a la represión y al miedo al rechazo social que existe, las personas LGBTI no se reúnen abiertamente en torno a la defensa de derechos sociales, por lo que apenas se conocen asociaciones. Tan solo la Iniciativa Egipcia para los Derechos Individuales (EIPR) es la que más denuncia, y siempre de manera externa, los actos de LGBTIfobia ocurridos en Egipto. Dalia Abdel Hamid, feminista de EIPR, habla de “represión sistemática” y añade que el gobierno está tratando de ser “más islamista que los propios islamistas” con estas detenciones en masa. En respuesta a la brutal represión en octubre de 2014 el activista americano Scott Long con la ayuda de otros activistas y expertos legales, publicó en su blog “Un pájaro de papel” una guía sobre cómo puede reducir las posibilidades de ser arrestado y cómo debe de actuar en caso de detención una persona LGBTI en Egipto.Diferentes activistas han intensificado las campañas de solidaridad en las redes sociales debido a esta persecución, bajo el hanstag #StopJailingGays en Twitter y en la página Solidarity with Egypt LGBTQ+ en Facebook.
Desde ÁfricaLGBT.org y Fundación Triángulo queremos dar nuestro máximo apoyo y nuestra solidaridad al colectivo LGBTI egipcio, para que pueda organizarse de manera más activa en su lucha e intensificar las campañas en contra de un gobierno que ataca con total impunidad los derechos humanos en nombre de una falsa moral.
Fuentes: AfricaLGBT.org, Cristianos Gays, DosManzanas.com, Daily News Egypt, 76Crimes.com, blog. Paper-Bird.net, The Huffington Post.