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Pena máxima: 14 años de prisión por “delitos contra natura”

En las leyes de Malaui los actos homosexuales realizados con consentimiento están considerados ilegales. En el Código Penal de Malaui, en el capítulo 7:01 aparecen diversos artículos que prohíben las relaciones homosexuales. En primer lugar, en el artículo 153 aparecen los “delitos contra natura” donde se castiga con 14 años de prisión, con o sin castigos físicos, a las personas que tengan conocimiento carnal “contra natura” o permitan que otras personas las tengan con ellas. En segundo lugar, en el artículo 154 se condenan los intentos de cometer delitos “contra natura” con una pena de prisión de siete años, con o sin castigos físicos. En tercer lugar, en el artículo 156 se prohíben los actos impúdicos entre hombres, contemplando los actos que se realicen tanto en público como en privado. Asimismo, también se castigan las incitaciones a actos sexuales. Estos actos se castigan con cinco años de prisión, con o sin castigos físicos. Por último, estos artículos se referían especialmente a las relaciones sexuales entre hombres, pero en diciembre de 2010 se aprobó la modificación del Código Penal y en enero de 2011 el presidente Bingu Wa Mutharika hizo efectivo el Proyecto de ley, estableciendo el artículo 137A, el cual condena los actos impúdicos entre mujeres que se realicen tanto en público como en privado, con una pena de cárcel de cinco años.

Según el informe ILGA (2017) al año siguiente de la introducción del artículo 137A, el cual amplió el alcance de la ley penal a los actos entre mujeres, el gobierno decidió suspender las detenciones con base en los artículos sobre “delitos contra natura”. Sin embargo, tal como fuera reportado ampliamente, dos hombres fueron detenidos bajo cargos de “sodomía” en diciembre de 2015, lo que a su vez condujo luego a una reafirmación de la moratoria. En 2016 se llevaron a cabo detenciones en virtud de estas disposiciones y los actos de violencia contra personas LGBT no recibieron ningún tipo de respuesta por parte de las autoridades.

Dado que las cuestiones relacionadas con la orientación sexual cobraron notoriedad en Malaui (por ejemplo, la despenalización forma parte del Plan Estratégico Nacional para el VIH y el SIDA 2015-2020), con el fortalecimiento de la incidencia desde dentro del país, cada vez más atención desde el exterior y más llamamientos a Malaui a regularizar su legislación en consonancia con sus compromisos de derecho internacional.

De las 18 recomendaciones relativas a temas de orientación sexual e identidad de género que Malawi recibió en su segundo ciclo del EPU en de mayo de 2015, el Estado aceptó 2: la primera “tomar medidas efectivas para proteger a personas LGBTI de la violencia y procesar a los perpetradores” (Austria), y la segunda “garantizar el acceso efectivo a los servicios de salud” (Honduras).

El Comité de Derechos Humanos que supervisa el PIDCP manifestó su preocupación por el hecho de que la nueva Comisión de Derechos Humanos local no haya incluido a la orientación sexual o a la identidad de género bajo su mandato. Afirmó que Malaui “debe revisar” su legislación sobre discriminación e incluir dichas categorías, despenalizar las relaciones sexuales consensuales en personas adultas del mismo sexo, implementar un mecanismo de seguimiento de la violencia perpetrada contra personas LGBTI y procesar a los responsables, asegurar que los funcionarios públicos no inciten a la violencia e incrementar la conciencia social y, por último, garantizar “el acceso efectivo” a los servicios de salud por parte de las personas LGBTI.

Según el informe de Estado de EEUU (2017) por ley y práctica, a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) se les niegan los derechos civiles, políticos, sociales y económicos básicos. La actividad sexual consensual con personas del mismo sexo es ilegal y se puede castigar con hasta 14 años de prisión, incluido el trabajo forzado. El código penal declara ilegales los "delitos antinaturales" y las "prácticas indecentes entre hombres". Sin embargo, en 2014, la procuradora general Janet Banda dijo a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que el gobierno no aplicaría estas leyes.

Gracias a los esfuerzos del Centro para Derechos Humanos y Rehabilitación y el Centro para el Desarrollo de las Personas, ha habido avances en la aceptación del colectivo LGBT en la sociedad. En 2016 el presidente Peter Mutharika propuso un referéndum que garantizaría los derechos básicos de las minorías, con la intención de proteger los derechos del colectivo LGBT. Por lo tanto, actualmente hay un debate sobre si debieran garantizarse los derechos de las personas LGBT o continuar persiguiéndolas.

Según informa Human Rights Watch, a las mujeres y hombres transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres se les han negado las pruebas y tratamientos de VIH en los hospitales públicos. A Human Rights Watch se le contaron varias historias de enfermeras que llamaron a sus colegas a una sala de tratamiento para reírse de alguien que había venido a hacerse una prueba de VIH y luego se negaron a administrar las pruebas.

La falta de voluntad de las autoridades de Malawi para derogar las leyes contra la homosexualidad impide que las personas busquen servicios, incluida la prevención, las pruebas y el tratamiento del VIH, y compromete su derecho a los servicios sanitarios necesarios. Está bien establecido que los entornos legales punitivos constituyen una barrera importante para el acceso a tratamientos y servicios de salud sexual para hombres homosexuales y bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. La investigación de Human Rights Watch sugiere que las personas transgénero experimentan las mismas barreras.

La prevalencia del VIH en Malaui es una de las más altas del mundo, con un 9,2% de la población adulta (de 15 a 49 años) que vive con el VIH. Se estima que un millón vivían con el VIH en 2016 y 24,000 personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA en el mismo año.2 La epidemia de VIH de Malawi desempeña un papel fundamental en la baja esperanza de vida del país de solo 57 años para los hombres y 60 para las mujeres.3

En la última década, se han realizado impresionantes esfuerzos para reducir la epidemia de VIH a nivel nacional y local. En 2016, el 70% de las personas que viven con el VIH en Malaui estaban al tanto de su estado, de los cuales el 89% estaba en tratamiento, de los cuales el 89% estaba suprimido por virus. Esto equivale al 66% de todas las personas que viven con VIH en Malaui en tratamiento y al 59% de todas las personas que viven con VIH se les suprime viralmente4.

Las nuevas infecciones han disminuido drásticamente de 98,000 nuevas infecciones en 2005 a 36,000 en 2016. Malaui también ha sido testigo de una reducción en las infecciones por VIH entre los niños. En 2016, hubo 4,300 nuevas infecciones pediátricas, en comparación con 16,000 en 2010.

Fuentes:

Carrol, A.; Itaborahy, L. P. “Homofobia de Estado. Un estudio mundial jurídico sobre la criminalización, protección y reconocimiento del amor entre personas del mismo sexo”[online]. Ilga, mayo 2017 (12ª edición). Disponible en: https://ilga.org/downloads/2017/ILGA_Homofobia_de_Estado_2017_WEB.pdf  [Consultado: 30/11/2018]

“Malawi 2017 Human Rights Report” [online]. U.S. Department of State. Disponible en: https://www.state.gov/documents/organization/277263.pdf  [Consultado: 30/11/2018]

Malawi: Arrests, Violence against LGBT People. Disponible en: https://www.hrw.org/news/2018/10/26/malawi-arrests-violence-against-lgbt-people [Consultado: 30/11/2018] 

HIV and AIDS in Malawi. Disponible en; https://www.avert.org/professionals/hiv-around-world/sub-saharan-africa/malawi [Consultado: 30/11/2018]