En la República Democrática del Congo, la homosexualidad está ganando terreno en diferentes ciudades. Este es el caso de Kinshasa, donde este estilo de vida se ha mantenido en la sombra durante muchos años. Puede verse  una parte de los hombres vestirse, hablar, gesticular como mujeres y viceversa. Aunque esta práctica, rechazada por  la sociedad, desde hace  décadas es aprobada por una parte de la población, no es el caso para la mayoría de Kinshasa. Para esta, el homosexual es una persona que nada contra la corriente.

Al igual que en muchos países de África, en República Democrática del Congo el homosexual es a menudo comparado con el hechicero, una persona poseída por espíritus malignos, o incluso enfermos mentales. ''Es frustrante para nosotros'', declaró una pareja homosexual que vive en Matonge, un distrito de Kinshasa, donde los homosexuales son más visibles. Un miembro de esta pareja continúa: "En Kinshasa, donde la heterosexualidad es la forma de vida más aceptada, muchos de nosotros vivimos cada día la homofobia. lo cierto es que se vislumbra un futuro sombrío para los gays en la República Democrática del Congo ". Esta misma persona  cree que las iglesias contribuyen en gran medida a fortalecer el sentimiento anti homosexual: "Es sorprendente constatar que las iglesias que enseñan el amor al prójimo no quieren aceptarnos".

Un elegido del pueblo,  feroz opositor de la homosexualidad

El debate sobre la homosexualidad no es sólo el tema de los sermones en las iglesias. Los diputados nacionales no se quedan al margen. Este es el caso de Steve Mbikayi elegido miembro de Distrito Kinshasa Tshangu que está decidido a contribuir a la lucha por todo el país contra la homosexualidad  que el  considera inmoral. Para ello, Mbikayi presentó un proyecto de ley sobre la mesa de la Asamblea Nacional para hacer frente a las prácticas homosexuales en la República Democrática del Congo. Indignado por la extendida  práctica de la homosexualidad en las calles de Kinshasa, Steve Mbikayi se posiciona en la línea del frente para mantener, según él, los valores africanos. La tradición africana según él, nunca había tolerado las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo.

Steve dice Mbikayi dice tener el apoyo de varios grupos sociales  que contactó antes de enviar el proyecto de ley a la Asamblea Nacional. "Tuve el apoyo de iglesias, grupos de jóvenes y mujeres en este proceso", ha dicho, sin ignorar que la legislación congoleña exige respeto y garantía de la libertad individual, Steve Mbikayi sin embargo argumenta que la libertad individual no debe ir en contra de la conciencia colectiva. "Usted no verá en ninguna parte a los occidentales copiando nuestra cultura, nuestras actitudes. No debemos copiar ciegamente las suyas”, ha argumentado.

El proyecto de ley propuesto por el diputado Mbikayi incluye un total de 38 artículos que establecen sanciones en contra de los homosexuales, transexuales o simples adeptos del  disfraz femenino. La propuesta también prevé castigar la promoción, eventos públicos homosexuales (desfiles gays, festivales, carteles ...), reuniones homosexuales, publicidad de carácter o tendencia homosexual y la adopción de niños por homosexuales.

Derechos y la homosexualidad

Algunos congoleños homosexuales han elevado su voz  para reafirmar sus derechos. Para muchos de ellos, el enfoque del diputado Mbikayi es una nueva forma de discriminación contra las personas que libremente han elegido esta vida. Según ellos, una vez promulgada, esta ley fortalecería lo prescrito en el artículo 40 de la Constitución congoleña ('' Toda persona tiene derecho a casarse con la persona de su elección, el sexo opuesto y formar una familia ...... '').

Según algunos homosexuales, es imposible hoy en día poner fin a la homosexualidad en la República Democrática del Congo debido a que la práctica comenzó hace mucho tiempo de manera clandestina. "Hoy no es el día  que se nos impedirá vivir nuestra vida como mejor nos parezca", dijo Francesco Zenga, lesbiana de 26 años que afirmó estar inmersa en esta vida desde la edad de 13 años. En una entrevista que nos dió en secreto, Francesco expresó su indignación sobre el enfoque del diputado nacional, que según ella es una violación a los derechos humanos ".

Por temor a ser reprendidos por la sociedad, los homosexuales luchan por organizarse en una estructura organizada para defender sus derechos, una realidad que les obliga a permanecer en la clandestinidad y no hacer nada en contra del enfoque del diputado Mbikayi, sino lo contrario, a esperar lo que la suerte reserve. "hay que ser realista, es un problema cultural. Yo no quiero que me maten por caminar por las calles de Kinshasa, pero aquí no estamos en Occidente, donde la gente como nosotros puede hacer valer fácilmente a sus derechos ", dijo un homosexual en el pueblo de Ngaliema.

Un autentico dilema para el país

Según un activista de derechos humanos ningún hombre tiene el derecho de decidir el destino de las personas, especialmente cuando se trata de asuntos en materia  amorosa que él califica como  delicados. Desde este punto de vista, él cree que debemos dejar la elección a cada ciudadano "debe ser considerado como el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo". Parafraseando al preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el activista cuyo nombre nos vimos obligados a ocultar, sostiene que es imperativo respetar la dignidad y la libertad de cada uno.

(Traducción propia para ÁfricaLGBT gracias a nuestra voluntaria Maite Escobar García. Puedes leer el idioma original en el enlace adjunto).

http://speakjhr.com/2014/03/la-guerre-contre-lhomosexualite-en-republique-democratique-du-congo/